Tras el timbre escolar, la energía juvenil se libera en la naturaleza. Este conjunto fotográfico captura la esencia de la libertad adolescente, lejos de las aulas y las reglas.
Una joven, con la vivacidad propia de su edad, explora el mundo exterior con curiosidad y audacia. Los bosques, los campos y las orillas de los ríos se convierten en su patio de juegos personal, un escenario donde despliega su feminidad en ciernes.
Las imágenes revelan una conexión íntima entre la joven y el entorno natural. La luz del sol acaricia su piel, mientras que la brisa juega con su cabello. Cada mirada, cada gesto, transmite una mezcla de inocencia y sensualidad.
La serie celebra la belleza natural en su máxima expresión, tanto la del paisaje como la de la juventud. Es una oda a la espontaneidad, la alegría de vivir y la búsqueda de uno mismo en un mundo lleno de posibilidades.
A través de la lente, se invita al espectador a contemplar la magia de la adolescencia, un período de transición y descubrimiento donde los sueños se entrelazan con la realidad.









