En el umbral de agosto, la fotógrafa captura la esencia de Chiyo Ogura en una serie íntima y reveladora. Conocida por su delicadeza y su habilidad para conectar con la feminidad, esta colección explora la belleza en su forma más pura, despojándola de artificios y resaltando su conexión con la naturaleza.
La sesión se desarrolla en un ambiente bañado por la luz dorada del amanecer, donde los tonos cálidos acarician la piel de Chiyo. Las flores, dispuestas con cuidado, complementan su figura, creando un diálogo visual entre la fragilidad de los pétalos y la fuerza de su mirada.
Cada imagen es una invitación a contemplar la sensualidad desde una perspectiva artística. La fotógrafa juega con las sombras y las texturas para crear una atmósfera de ensueño, donde la modelo se entrega con confianza y vulnerabilidad.
Más allá de la estética, esta colección busca transmitir un mensaje de empoderamiento femenino. Chiyo Ogura se muestra dueña de su cuerpo y de su sexualidad, desafiando los estereotipos y celebrando la diversidad de la belleza.
La colaboración entre la modelo y la fotógrafa resulta en una obra que trasciende la mera representación visual, convirtiéndose en una experiencia sensorial que evoca emociones y despierta la imaginación. Un homenaje a la feminidad en su estado más sublime.





