Nínive Sakura, en su encarnación como ‘Sacerdotisa de la Cuerda’, nos transporta a un reino donde la sensualidad y lo sagrado se entrelazan en una danza hipnótica. Este conjunto fotográfico explora la iconografía de la sacerdotisa, fusionándola con la estética del arte del bondage japonés, conocido como Shibari.
A través de las imágenes, Nínive Sakura se presenta como una figura enigmática, una chamana moderna que utiliza las cuerdas no solo como restricción, sino como un medio para alcanzar un estado de trance, de conexión espiritual. Cada nudo, cada amarre, se convierte en un símbolo de sumisión y liberación simultáneas.
Las fotografías capturan la tensión entre la vulnerabilidad y el poder. Sakura, ataviada con elementos que evocan lo ritual y lo místico, desafía las convenciones y reivindica su propia sexualidad. Su mirada, a veces desafiante, a veces sumisa, invita al espectador a reflexionar sobre los límites del placer, el control y la trascendencia.
El uso de la luz y la sombra crea una atmósfera onírica, intensificando la sensación de estar presenciando un rito secreto, una ceremonia íntima. Los escenarios, cuidadosamente seleccionados, complementan la narrativa visual, transportándonos a un universo donde la fantasía y la realidad se difuminan.
En resumen, ‘Sacerdotisa de la Cuerda’ es una exploración audaz y provocativa de la feminidad, la espiritualidad y el erotismo. Nínive Sakura, con su presencia magnética, nos invita a adentrarnos en un mundo de fantasía y deseo, donde las cuerdas se convierten en el hilo conductor hacia el éxtasis y la autotransformación.









